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Bono a 100 años: la deuda eterna

¿Cuáles son los límites de un gobierno? ¿hasta dónde puede un gobierno democrático comprometer el futuro?

Sabemos que las políticas de Estado, para bien o para mal, se sienten un tiempo después. Las políticas que el gobierno tiene en la actualidad no sólo impactan en el presente sino que comprometen el futuro. Cualquier persona desde el sentido común puede deducir esto sin demasiada lucidez.

  La pregunta que nos hacemos es si un gobierno puede enajenar el futuro a personas que no nacieron y no pueden participar de esa decisión.

  La generación del 2117, sus papás, sus abuelos y sus bisabuelos estarán haciendo esfuerzos para pagar un bono que decidió un gobierno en el 2017. Hace unos meses, se cumplió un compromiso con el Club de París que venía del año 1956. En ese caso, son deudas que se renegociaron.

  En el caso de renegociarse el bono eterno a 100 años que el gobierno emitió, podría comprometer a más generaciones. Por experiencia, hay deudas que triplican sus plazos en renegociaciones. Es decir, que podríamos estar pagando hasta el 2317 una deuda que emitimos en el 2017. 


Mauricio Macri junto a Luis Caputo, secretario de Finanzas, y Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación

  Es un aspecto que da para pensar. Los gobiernos por más que accedan democráticamente con el voto popular deberían tener algún tipo de límite, como necesitar la aprobación del parlamento. 

  Lxs senadorxs y diputadxs del peronismo en su conjunto incluídos una parte (12 legisladores) del kirchnerismo votaron a favor del presupuesto, que era la oportunidad de ponerle un límite al endeudamiento.

  Con el discurso de la gobernabilidad no le ponen obstáculos a las malas políticas.

  Incluso en la oposición el discurso va divorciado de los hechos. Es decir, denuncian de palabra y finalmente levantan la mano.

¿A ningún diputado se le ocurre llamar a un plebiscito?

En una decisión tan importante y tan a largo plazo no puede llevarse adelante entre gallos y media noche, deberían contar con la aprobación no solo de la mayoría parlamentaria sino de la mayoría de la población.

¿Para qué se toma esa deuda?

La deuda no es tomada con una mirada estratégica respecto a lo productivo sino que se utiliza para financiar gastos corrientes y afrontar el déficit fiscal.

  Esto va necesariamente acompañado de un ajuste respectivo del gasto fiscal esperado después de las elecciones. Eso supone contraer más la economía golpeando aún más a los sectores populares.

  Hay que denunciar hasta frenar estas políticas que solo beneficia al capital financiero y a los bancos perjudicando al conjunto del pueblo y a las futuras generaciones.
Bono a 100 años: la deuda eterna Bono a 100 años: la deuda eterna Reviewed by AZULADO on 7/06/2017 08:33:00 p.m. Rating: 5

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