La educación pública a un año de gobierno PRO
Hemos atravesado ya un año del gobierno de Macri. Y no ha sido nada fácil en todos los órdenes de la vida. Menos aún en educación, donde desbordan las faltas de respuestas. Quizás deberíamos hablar de falta de respuestas útiles a los problemas concretos de la escuela pública, porque respuestas hay.
La escuela ha sobrevivido, como en todos estos años desde el regreso de la democracia, gracias al esfuerzo inimaginado de los docentes y auxiliares. A veces sin luz, sin agua y sin recursos las clases se garantizaron durante todo el ciclo lectivo. El estrés llega a puntos inigualables a esta altura del año, lo que demuestra que son los maestros los encargados de abrir las puertas tanto a los problemas de la enseñanza como al desborde social que se está viviendo en las comunidades con las que se trabaja. Desde violencia en los hogares hasta falta de trabajo y por lo tanto bienes y servicios básicos, la escuela responde inmediatamente conteniendo y apoyando a las personas más olvidadas por el estado. Situación que requiere docentes que muchas veces responden con lo que tienen, en base a la solidaridad y el amor por su tarea.
La escuela ha sobrevivido, como en todos estos años desde el regreso de la democracia, gracias al esfuerzo inimaginado de los docentes y auxiliares. A veces sin luz, sin agua y sin recursos las clases se garantizaron durante todo el ciclo lectivo. El estrés llega a puntos inigualables a esta altura del año, lo que demuestra que son los maestros los encargados de abrir las puertas tanto a los problemas de la enseñanza como al desborde social que se está viviendo en las comunidades con las que se trabaja. Desde violencia en los hogares hasta falta de trabajo y por lo tanto bienes y servicios básicos, la escuela responde inmediatamente conteniendo y apoyando a las personas más olvidadas por el estado. Situación que requiere docentes que muchas veces responden con lo que tienen, en base a la solidaridad y el amor por su tarea.
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Bullrich, ante empresarios: “No les hablo como ministro de Educación, sino como gerente de Recursos Humanos” |
Estas prácticas no se ven reflejadas en los discursos desde el poder, que pretenden hablar de evaluaciones estándares y culpabilizar a los docentes de sus gravados en políticas educativas.
Parece ser que los objetivos del presidente, encarnados en sus ministros, caminan en sentido contrario al de los docentes. De hecho, hace pocos días, el ministro Bullrich declaró a los miembros de la UIA que él no era un ministro sino un gerente de Recursos Humanos.
Esa mirada demuestra, una vez más, que nuestros representantes para nada ven con los anteojos de un maestro, no tienen idea de cómo construimos el sujeto alumno en nuestras aulas y el lugar que le damos a los estudiantes en nuestra tarea. Cuánto tendrían para decir las historietas de Tonucci al respecto.
Lo cierto es que mientras más indagamos en los discursos oficiales más miedo tenemos. Corren peligro las jubilaciones, precarizando aún más el trabajo, muchos tenemos que trabajar hasta tres cargos pero pagamos ganancias y ni hablar de que en algunos distritos en ningún sanatorio te atienden por Ioma. . En fin, la situación sigue igual a años anteriores. No hay revolución y no hay alegrías.
Mientras tanto los gremios siguen siendo funcionales al poder. Por acción u omisión, los paros a los que convocan nada tienen que ver con los planteos profundos que tenemos los docentes. No se habla de las dificultades para aprender en contextos desfavorables, de los problemas que solucionamos cotidianamente impidiendo llevar las clases con normalidad ni de la necesidad de que el conjunto de la sociedad se preocupe por el estado del sistema educativo argentino. Con su política, burocrática y sectaria, imposibilitan la participación y el debate que interesa a los que ponemos el cuerpo día a día.

El problema salarial es grande, la inflación se comió los bolsillos de todos y debemos pelear por eso. Pero los docentes también necesitamos discutir formas de trabajo, cantidad de alumnos por docente, preceptores para el nivel primario, mayor carga horaria de actividad física y artística, y fundamentalmente cantidad de horas frente a alumnos. Queremos discutir los valores de la sociedad, y la dificultad que tenemos para enfrentar discursos xenófobos (encarnados por varios y diversos sectores políticos), la violencia de género (con una exitosa jornada donde los chicos y la chicas saben más de lo que creemos) y el discurso general de la televisión y los medios masivos que priorizan el facilismo al esfuerzo que significa estudiar.
Los ministros dirán que buscan recursos humanos. Que nos avisen para qué trabajos porque vemos que andan escaseando los laburos y las esperanzas.
Quizás nadie imagine la situación que se vive en las escuelas, esas escuelas públicas que defienden cada una sus pizarrones. Tarea permanente de alumnos, padres y docentes para alcanzar una educación capaz de incluir de verdad.
La educación pública a un año de gobierno PRO
Reviewed by AZULADO
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12/03/2016 05:23:00 p.m.
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