Malvinas - a 38 años-

 El 2 de abril de 1982, durante la última dictadura cívica militar, el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri, dio la orden a las tropas argentinas, de desembarcar en las Islas Malvinas, con el objetivo de recuperar parte de nuestro territorio nacional usurpado por Gran Bretaña en 1833, en un intento desesperado de parte de los integrantes de la Junta Militar por permanecer en el poder, en medio de una profunda crisis económica, política y social.

La reivindicación del territorio como propio, lo que constituye un reclamo legítimo, se vio oscurecido por las manipulaciones y la represión que el estado cometió en pos de la seguridad nacional.
Dentro del modus operandi de la dictadura, la represión y el asesinato estuvieron a la orden del día. No sólo se manipuló y se saqueó al pueblo con el pedido de donaciones que nunca llegaron a los combatientes, pero que engrosaron las arcas de los altos mandos del ejército, sino que, además, se practicaron las más atroces torturas para disciplinar a jóvenes que solo eran “colimbas”, como una extensión trágica de lo que esos mismos mandos militares hacían a diario con militantes y activistas.

La guerra de Malvinas fue un artilugio más que la dictadura intentó utilizar para sostenerse y perpetuarse en el poder, y que acabó de la forma más trágica. La invención de un enemigo externo o su utilización, es uno de los recursos, que todo régimen autoritario lleva a cabo bajo la pretensión de cohesionar a la sociedad a través del odio y el miedo. Recurso que, desafortunadamente, a veces, parece perdurar hasta nuestros días.

El ejército hoy en medio de esta emergencia sanitaria aparece realizando tareas sociales, pero al mismo tiempo las fuerzas de seguridad (policías, gendarmes, etc) han sido denunciadas por numerosos abusos de autoridad y prácticas que nos traen los peores recuerdos de esas épocas dictatoriales.
¡No olvidamos, no nos reconciliamos, no perdonamos!

¡Honor a los colimbas caídos en combate y a los cientos de sobrevivientes víctimas del olvido y el abandono del estado!