#25N: Reflexiones desde la oficina

Sí, hubo avances en la cuestión de desigualdad de género. Sin embargo, en pequeñas y, no tan pequeñas cuestiones, se sigue visibilizando el carácter desigual que las mujeres históricamente tenemos en la sociedad.

 ¿Qué me llevo de este año?
Mucho dolor por muchas compañeras que han sufrido femicidios, violencia, maltrato y por la vulnerabilidad que tenemos ante la justicia.
Pero también la alegría de saber que existen espacios y agrupaciones como Revueltas que tienen las convicciones a flor de piel y luchan por las injusticias que vivimos día a día. Que queremos un mundo distinto y que en la cotidianeidad intentamos transmitir estos aires de lucha.

Para abocarme en una de las temáticas, quiero hacer referencia al aspecto de desigualdad económica. De esto se desprenden dos cuestiones:
Los bajos recursos económicos complican la posibilidad de independización, haciendo hincapié en aquellas que sufren un ambiente de violencia con la pareja.
Luego, las actividades denominadas domésticas, ¿acaso no son un trabajo? ¿Por qué se naturalizan como actividades propias de la mujer? ¿Por qué no son remuneradas?

 Reflexionar y cuestionar son acciones más que importantes en este largo camino de lucha. No nos quedemos calladxs, gritemos por la igualdad.