Una de espias

En estos tiempos donde sale a la luz que el macrismo manipuló información, pinchó teléfonos e intentó utilizar estos datos para sus negociados y para tomar ventaja ante las oposiciones, los medios oficialistas se hacen un festín sacando a la luz declaraciones, documentos y nombres de todas esas personas involucradas en el asunto, en nombre de la democracia y las libertades.

Esos mismos medios, por otro lado y en un área que parece ser diametralmente opuesta, hoy inflan la imagen del ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, mediante la enumeración de sus múltiples títulos y cualidades,  siguiendo cada paso que da en cada intervención de las fuerzas en el contexto de la cuarentena por el Coronavirus. 

Lo cierto es que si bien parecen dos temas bastante opuestos, este hombre del kirchnerismo que también (en un dato no menor) descalifica permanentemente a la Ministra de Seguridad de la Nacion, Sabrina Frederic, tiene sus antecedentes en temas como el espionaje, en su caso, en detrimento de lxs trabajadores.
En su carácter de médico se infiltró entre lxs trabajadores que en 1994 llevaron a cabo la huelga en la mina de Rio Turbio, brindando información al gobierno provincial acerca de movimientos y acciones a tomar, hasta que fue expulsado de la mina.
Este hombre también estuvo a cargo de operativos represivos como el de la ocupación del parque Indoamericano, los desalojos de la Autopista Panamericana mediante artilugios como el del "gendarme carancho". Se definió defensor a ultranza de la utilización de las pistolas Taser, y tuvo un discurso blando a la hora de hablar de Chocobar, en sintonía con la gestión de Patricia Bulrrich.

Hoy es el hombre que sale en los medios como el ejemplo de control, estando en boca de todes, de un lado y del otro de la grieta, incluyendo personajes de la farándula. 

Es representante del aparato represor del Estado y su prontuario como tal lleva casi 30 años. 

Porque nosotres no tenemos memoria selectiva.