Los pañuelos verdes por el aborto legal coparon Wilde

La marea verde pobló el sábado Wilde con una actividad del colectivo de géneros, Revueltas, en la que lxs vecinxs alzaron los pañuelos verdes para gritar al unísono aborto legal. La acción se desarrolló en el andén provisorio de esa localidad y fue organizada con la Campaña Gráfica ‘Vivas nos queremos’. 

   La jornada por la legalización de la interrupción del embarazo contó con una pegatina, una intervención artística y el mesazo de la Campaña por el aborto legal de Zona Sur. Fue de las primeras actividades por el aborto legal que se desarrolla en calles wildenses y sumó a la asistencia muchos vecinos, en especial jóvenes de secundario, que apoyan el derecho a decidir de los cuerpos gestantes.

   Para Revueltas, la legalización del aborto es una cuestión de urgencia, porque se juegan la vida de muchas mujeres que no desean llevar a término el embarazo y deben recurrir a la clandestinidad para practicarse un aborto. Las consecuencias de una interrupción insegura muchas veces son irreparables. Apoyar que esta práctica sea legal no obliga a hacerlo sino que es aceptar que algunas personas lo deciden hacer y el Estado se los garantizará de una forma segura. 

 

Los abortos suceden en Argentina, como en el resto del mundo. Hay dos opciones: o nos seguimos haciendo los distraídos o ponemos todo en debate y apoyamos la autonomía y el derecho a decidir de cada una. Mantener la ilegalidad es fomentar los negocios clandestinos, la negligencia, los métodos aberrantes y la desesperación que lleva a miles de mujeres hasta la muerte.

 

    Pero además, el aborto se constituye una lucha esencial porque se mete con lo más difícil del patriarcado: decidir. El cuerpo es el último eslabón a la que se ven sometidas las mujeres, luego de muchas violencias ejercidas como la psicológica y económica. Defender el aborto legal es una tarea ardua justamente porque implica convertir a la mujer de un objeto a un sujeto.